sábado, 1 de octubre de 2016

Villa Asunción, Castillo de Montemolín, Palacio de Larrinaga I



En la avenida de Miguel Servet, n.º 123.

          Parece como si la mala suerte persiguiera a este 
edificio, que pocas veces ha llegado a cumplir los objetivos para los que ha sido destinado, y cuando lo ha hecho, ha sido durante poco tiempo.

Fotos realizadas una tarde de junio de 2016, durante una visita guiada organizada por Mandrágora. Nos mostraron algunas habitaciones más de las que aparecen aquí



          El palacio fue un regalo del empresario naviero Miguel Larrinaga a su esposa Asunción Clavero (Albalate del Arzobispo). Aunque vivían en Liverpool, planearon jubilarse en esta residencia, levantada en la ciudad donde se conocieron.

          Su construcción duró diecisiete años. El proyecto corrió a cargo de Félix Navarro (1901), que a su muerte fue sustituido por Fernando de Escondrillas. Su acabado interior se prolongó décadas y sus propietarios no pudieron disfrutar de él porque fue tomado por los militares durante la Guerra Civil y, finalizada ésta, Asunción falleció (1939).

          El viudo vendió el edificio, incluidos los muebles, a Giesa (1942), que lo destinó a oficinas. Poco después, esta empresa lo vendió a la Compañía de María (1946), que lo acondicionó para que fuera sede del Colegio de Marianistas y después casa de formación de religiosos. El deterioro obligó a éstos a cambiar de lugar y en 1988 decidieron vendérselo al Ayuntamiento, pero éste no se mostró interesado y en 1993 fue comprado por Ibercaja, su actual dueño.

          Tras una profunda rehabilitación dirigida por Mariano Pemán y Luis Franco, el palacio pasa a convertirse en sede del Patronato Cultural de Ibercaja y acoge el Centro de Documentación de Ibercaja Zaragoza, así como varias bibliotecas: Luis Legaz Lacambra, Federico Torralba, Luis Pérez Serrano, Ramón Rey Ardid, Manuel Mindán Manero, Antonio Ubieto Arteta, etc. (ignoro si al día de hoy sigue siendo centro documental). En 2008 es declarado Bien Catalogado del Patrimonio Cultural Aragonés. En la actualidad se celebran bodas en su jardín y en algunas salas.

          El edificio, lleno de simbolismo en su exterior e interior, posee cuatro plantas: el sótano; la planta baja, donde estaban el despacho, el comedor principal y el salón francés; la primera planta, con la zona privada familiar y la capilla; y el ático, donde vivían los trabajadores del servicio.

Información tomada de las webs del Ayuntamiento y de Patrimonio.

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Decoración exterior alusiva al comercio marítimo, obra de Carlos Palao


El remozamiento de la cerámica de la fachada es obra de Alejandro Gullén y Sara García


Mural cerámico atribuido a Enrique Guijo Navarro


Alegoría del Comercio (Mercurio) y de la Industria (mujer con la rueda dentada) recibiendo a un barco, presumiblemente como los de la compañía de Larrinaga

Las torres no poseían ninguna función específica



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Detrás de las columnas con vieiras y decoración marítima, están las vidrieras de la entrada


Detalle de los capiteles con proas e hipocampos

En la primera planta, escudos con los lemas “Trabajo” y “Cultura”


En el dintel de la puerta, un rostro sospechosamente parecido al de la dueña de la casa. Por algo será que el edificio fue llamado “Villa Asunción”

Seguramente en el diseño original no tenía una lámpara delante de la cara


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Entrada:

En el friso, presumiblemente el relieve del rostro de Asunción. A la izquierda, el acceso al patio central


De nuevo, la dueña. Fotos de interior sin flash


Mosaico en el suelo y algunos pies de mis compañeros de visita



Vidriera con las iniciales de Miguel Larrinaga

Vidriera con las iniciales de Asunción Clavero

El emperador Adriano meditabundo junto a la ventana



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Planta baja:

-Sala situada a la izquierda de la entrada




Techumbre

Suelo de la misma. Las habitaciones con pavimentos de madera tienen distintos diseños. Las termitas y la carcoma hicieron estragos

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-Uno de los salones principales



Chimenea de piedra con decoración renacentista

Detalle de la pared

Estuco en el friso y lámpara apagada

Con las lámparas encendidas. Su luz amarillea las imágenes


Pavimento de madera
 



Continúa en la siguiente entrada: Villa Asunción II


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